25 de diciembre 2023
La mejora continua de la experiencia del paciente debe ser una prioridad en el servicio de salud. Brindar una experiencia satisfactoria va más allá de la atención médica en sí misma; implica un enfoque integral que abarca desde la comunicación efectiva hasta la personalización de la atención y la reducción de los tiempos de espera.
Esto comienza con una comunicación clara y comprensible para el paciente. Los profesionales de la salud deben escuchar atentamente y explicar de manera sencilla los procedimientos y tratamientos, asegurando que el paciente esté informado y tranquilo.
Implica considerar las preferencias individuales y adaptar el servicio a las necesidades específicas de cada persona. Esto puede incluir respetar las preferencias culturales y adaptar los planes de tratamiento según las circunstancias únicas del paciente.
Minimizar los tiempos de espera en la sala de espera y durante las consultas es esencial para una experiencia más cómoda y satisfactoria.
La adopción de tecnologías como los portales de pacientes mejora la accesibilidad y participación del paciente en su propio cuidado, ofreciendo comodidad y conveniencia.
Solicitar y valorar la retroalimentación de los pacientes es fundamental. Utilizar esa información para realizar ajustes y mejoras continuas en los servicios y procesos contribuye a una atención centrada en el paciente.
Mejorar la experiencia del paciente en el ámbito de la salud es un proceso multifacético. Al implementar estrategias de mejora, las instituciones de salud pueden transformar positivamente la experiencia del paciente, ofreciendo un cuidado más humano, satisfactorio y efectivo.